

La vigésimo séptima jornada es para una gran parte de los caminantes la primera etapa, ya que Sarria se encuentra muy cerca de los últimos 100 kilómetros, la distancia mínima que hay que recorrer a pie para ganar la Compostela. La etapa no defrauda en absoluto ni al peregrino que la empieza ni al peregrino que la ha realizado varias. Hay muchas aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarín, son claros ejemplos del arte románico, hay sendas, puentes medievales y una moderna área de descanso repleta de máquinas de bebidas y snacks.
La etapa, aparentemente, no entraña dificultad alguna. Hay kilometraje asequible y paisajes reconfortantes.
Para muchos peregrinos, la rúa Maior de Sarria es el kilómetro 0 de su peregrinación a Compostela. El tramo inicial de 2,9 kilómetros entre Sarria y As Paredes es donde comienza la primera etapa. Tras la Rúa Maior, pasando junto al edificio de la Prisión Preventiva, llegamos al mirador sobre Sarria. Unos trescientos metros después del mirador, el Camino se junta con el Convento de la Magdalena. La etapa desciende junto al muro del cementerio hasta el río Pequeño, afluente del Sarria se cruza por el El Ponte Áspera (km 1,2).
Hay un viaducto para cruzar las vías. El curso de agua da paso a un duro camino en castaños que sube hasta el lugar de As Paredes.
En el km 2,9 As Paredes, vamos a Vilei vemos el área de descanso km 108 de Vilei, repleta de todo tipo de máquinas de café, refrescos, snacks, aquí podemos conseguir un sello para adornar nuestro credencial.
En el km 3,7 Vilei, se baja por pista asfaltada llegamos hasta la parroquia de Barbadelo, a varios metros encontramos la iglesia de Santiago de estilo románico.
En el km 4,5 está Barbadelo aquí nos encontramos con un albergue de peregrinos seguimos por pista asfaltada hasta las aldeas de Rente (km 5,3) y Mercado da Serra (km 6), con taberna y situada en el cruce de la LU-5709.
Al cruzar no se continúa por la carretera sino que se toma un camino arbolado que surge de frente. A los cinco minutos pasamos junto a una fuente decorada con Pelegrín, la mascota del Xacobeo 93 (km 6,6).
Unos metros más adelante llegamos junto a las puertas del Molino de Marzán. En marzo de 2014 se inauguró la casa-albergue del mismo nombre (km 7,3), cruzamos la LU-633 para pasar a Leiman.
En el km 8,2 Leiman, después aparece Peruscallo, con bar-panadería y la presencia de algunos hórreos (km 9,2). Dejamos también el asfalto y avanzamos hacia el camino, hacia Cortiñas (km 10) y Lavandeira.
Continuamos y seguimos por Brea (km 11,5) y unos metros más adelante se encuentra Morgade (Mojón 101,757) en el km 12 con un albergue-bar.
A la salida, un cartel nos da la bienvenida al Concello de Paradela, alcanzamos Ferreiros (Mojón 100,757), primera parroquia de Paradela (km 13,1 Ferreiros), también con albergues y un bar.
Bajamos por pista asfaltada hasta Mirallos (km 13,6). A continuación, se encuentra la iglesia de Santa María que también es románica, que se bajó piedra a piedra desde Ferreiros en 1790. El Camino se dirige por asfalto desde Mirallos hasta llegar a una bifurcación, donde hay que coger el camino de tierra que hay por la izquierda. En el Mojón 100 encontramos Casa do Rego en una pequeña y tranquila aldea de 13 casas y 21 habitantes en plena naturaleza. Bastaría comenzar a pie en este punto para obtener la Compostela pero la peregrinación no es un simple papel. El destino es el propio Camino. En Casa do Rego se organizan, además, cenas comunitarias (enlace) para que los peregrinos estén acompañados y puedan relacionarse.
Posteriormente avanzamos hasta Couto (km 14,7) y Rozas (km 15). Después viene Moimentos, aldea a la que llegamos, tras dejar una cruz de madera enrollada con alambre de espino y cruzar la carretera LU-4203 (km 16,4). En unos minutos llegamos a Mercadoiro. También hay albergue y bar.
Continuamos y llegamos a Mountrás, donde hay una tienda de alimentación, bebidas y artesanía.
Tras una cuesta por asfalto descendemos hasta Parrocha (km 18,7) y Vilachá, última aldea del Camino perteneciente a Paradela. En 2016, ‘Los Andantes’, un bar restaurante vegetariano, abrió allí.
Descendiendo nos vamos acercando al río Miño, embalsado por Belesar. El puente, de más de 350 metros de longitud, nos acerca hasta el Portomarín de fachadas blancas y tejados grises. La entrada al pueblo se hace por uno de los arcos del viejo puente romano – medieval (Mojón 92,231), reconstruido para asentar una escalinata y colocar una pequeña capilla. Nos dirigimos hasta el centro del pueblo. Con esto, solventamos los 22,4 kilómetros de la etapa. En km 22,4 Portomarín, encontramos todos los servicios
Justo en el mencionado km 100, se encuentra el albergue para peregrinos Casa do Rego.